martes, 8 de enero de 2013

Te imagino.

Me haces feliz, no quiero vivir otra vida que no sea contigo. Quiero enredar tus piernas con las mías antes de dormir. Quiero despertarme cada mañana sintiendo tu respiración en mi cuello. Quiero pensar en ti al cerrar los ojos, soñar contigo, abrirlos y verte. Quiero repasar mi día después de una cena preparada por ti y sentir que ha tenido sentido solamente porque la he compartido contigo. Siento que las cosas van a salir bien. Si los dos lo deseamos no puede salir de otra forma. Gracias por quererme, por apoyarme, por aguantarme y desearme. Gracias por dejar que te quiera, por dejarme estar a tu lado, por demostrarme lo importante que soy para ti. Gracias por darle sentido a mi vida, por completar mis frases, por dejarme ser tal y como soy, por sorprenderme cada día y ser capaz de hacerme sonreír. Me gusta saber que podemos olvidar lo que diga el mundo. Nadie siente lo que nosotros sentimos, solo tu y ningún otro me hace sentir lo que he sentido. No entiendo como te deje escapar al conocerte, pero ese no era nuestro momento. Nuestro momento no ha hecho más que comenzar. Estamos empezando... En tan poco tiempo ha pasado tanto: distancia, sorpresas, tristeza, alegría, desesperación, esperanzas... Te deje escapar, pero sé que ya me has perdonado. Lo siento al recordar nuestro primer tímido beso, tu primer te quiero. Si pudieras estar en mis pensamientos, aunque estés bastante cerca de hacerlo, entenderías que una vida no alcanza para demostrarte cuanto te amo. Quiero seguir en tu vida eternamente, formar parte de ella, seguir ayudándote a conseguir fuerzas para superarlo todo. Sintiéndonos orgullosos el uno del otro. Sabes que tenemos una misma dirección con un mismo camino. Sé que no te gusta que lo diga, pero tu le das sentido a mi vida, una vida que sin ti no tendría sentido. No estoy feliz, soy feliz. No te vayas, no te alejes, te necesito cerca. Te quiero, te amo, te imagino...